El placer frustrado

pornografía online o los chats de encuentros virtuales pocas veces hacen nacer relaciones verdaderamente satisfactorias, tanto desde el punto de vista sexual como afectivo-emocional. En efecto, una mala práctica de este tipo de recursos puede acabar condicionando o amenazando la sexualidad y/o la vida de la pareja.

el «placer natural» y no a los «paraísos artificiales» que representan «otro mundo» en el que la química de la sustancia consumida altera por completo las percepciones del individuo.

En tu opinión, ¿las personas cometen errores cuando saben que están estrechamente vigiladas y pueden estar en guardia o cuando se sienten a salvo de amenazas, es decir, cuando conseguimos que estén a gusto?

«¿Y si no logro satisfacer sus expectativas? ¿Y si no soy tan capaz como él?». En pocas palabras, siempre surge la comparación, así que se inquieta y ni siquiera lo intenta.

Lo que realmente pone en dificultades a nuestro Mario no son las chicas, sino la comparación entre el ser real y el virtual:

pasa más tiempo en el mundo virtual de lo que es capaz de construir en el real, con la discrepancia entre un mundo ficticio donde todo resplandece y una realidad que no existe porque no se vive. Actualmente está en el primer año de universidad. Se ha instalado hace poco en otra ciudad y sin duda esto coadyuvará a alcanzar el objetivo de guiarla en la construcción, por fin, de las relaciones sociales que la ayudarán a percibir una imagen de sí misma, tanto desde el punto de vista físico como del carácter, no desfigurada por la lente deformadora de la web.

debemos tener miedo de lo que en apariencia nos defiende de él porque lo provoca y lo realiza.

parecía pertenecer al primer tipo de resistencia, la colaboradora; en lo tocante al problema que nos planteaba, mostraba la típica resistencia de quien tiene un bloqueo emocional que le impide hacer lo que debería y esto lo lleva en una dirección diferente a la que permite resolver el problema.

Hablar de sexualidad es como perseguir un gato negro en una habitación a oscuras tratando de atraparlo. Cuanto más lo perseguimos, más se escapa».

Cuando se habla mucho de amor con frecuencia se pone poco o nada en práctica, de manera que es necesario procurar no hablar de lo que se debería hacer, sobre todo cuando no se siente el estímulo de hacerlo, pues, de no ser así, en lugar de provocar el deseo este se inhibe a priori.

Delegando el control y el esfuerzo voluntario hacemos caminar a la persona en dirección opuesta a la deseada