Este volumen incluye La canción imposible, poemario póstumo de Claudio Sesín (Catamarca, 1959–2017), y otros poemas que pertenecen a Lámparas de infinito, trabajo que también tenía en elaboración cuando falleció. Aunque no es posible hacer una apreciación acabada de La canción imposible porque faltó la última revisión del autor, la unidad es bastante clara y cierra el ciclo abierto con el segundo libro, El círculo de fuego (1997), donde el poeta se ve rodeado por la sentencia de su muerte, la que, por entonces, puede expresar de diversas maneras. Veinte años después, trata de acercarse a lo inefable, intuir el poema que no podrá escribir; muestra una plena conciencia del fin individual, la soledad no deseada, el amor distante, la incertidumbre del después y la suposición de lo que permanecerá de sí mismo en los demás. En otras palabras, poetiza la inminencia de su muerte. El tiempo es central en los planteos. A este se ligan el amor y la soledad, la duda y la frágil permanencia, la huella de los recuerdos en el cuerpo y los reproches. No es ajena la fugacidad de la vida y en muchas líneas se reconocen los vestigios de sus antiguas lecturas preferidas.
