Así que, en vez de una historia para escapar cuando fuéramos derrotados, se me ocurrió escribir otra por si ganábamos. Una que hablase de todo lo que habíamos vivido. Una que crease otro mundo paralelo en el que vencíamos a la bruja, yo volvía a casa y, al final, me acordaba de todo. Un felices para siempre.
Esta que estás leyendo es esa historia.