—No, en realidad no demasiado. No creo mucho en la religión.
—Entonces, ¿por qué cree que ha muerto toda esa gente?
—Mala suerte —Quint tiró de la palanca hacia atrás. La lancha perdió velocidad y comenzó a seguir el vaivén de las olas—. Trataremos de cambiar esa suerte.
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estoy, Quint? No ha tenido usted mucho éxito con este pez. Podríamos permanecer aquí todo el mes, y seguiría comiendo sus cebos, justo debajo de nuestras narices.
—Ya saldrá —replicó Quint—. Se lo aseguro.
—Se morirá usted d
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amos permanecer aquí todo el mes, y seguiría comiendo sus cebos, justo debajo de nuestras narices.
—Ya saldrá —replicó Quint—. Se lo aseguro.
—Se morirá usted de viejo antes de que salga, Quint. Me parece que este pez le da un poco de miedo. No está jugando según las reglas.
Quint miró a Hooper y dijo con voz tranquila:
—¿Está usted tratando de explicarme mi profesión, muchacho?
—No. Pero estoy diciéndole que
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estaba abierta menos de la mitad, una oscura y tenebrosa caverna guardada por grandes dientes triangulares.
El pez y los hombres se enfrentaron durante quizá diez segundos. Luego, Quint aulló:
—¡Traigan un hierro! —y, obedeciéndose a sí mismo, corrió hacia proa y comenzó a luchar con un arpón. Brody tendió la mino
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¿Qué dices, Harry? ¿Crees que estará en el listín telefónico?
—Entonces, realmente habla en serio —comentó Hooper.
—Puede apostar su tierno culo. ¿Se le ocurre algo mejor?
—No, es sólo que... No sé. ¿Cómo sabemos si ese tipo no es un estafador, un borracho, o algo así?
—Nunca lo sabremos hasta que lo probemos. —Brody tomó un listín telefónico del cajón superior de su escritorio y lo abrió en la Q. Corrió el dedo página abajo—. Aquí está. "Quint". Es todo lo que dice. No trae ni el nombre. Pero es el único que hay en toda la página. Debe de ser él.
Marcó el número.
—Quint —dijo una voz.
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luego le dio un momentáneo tirón hacia atrás. El AquaSport se detuvo y, con la siguiente ola, llegó hasta el costado del Flika. Brody lo agarró.
—¡Hey, Ben!
Hendricks tomó un cabo, caminó hacia adelante y lo ató a un escobén del AquaSport. Pasó la cuerda sobre la barandilla de la otra embarcación e hizo rápidamente un burdo nudo.
—¿Quiere subir a bordo? —dijo.
—Ajá. —Brody subi
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escuelas que les enseñaban todas las disciplinas, incluyendo resúmenes de las aspiraciones de los grupos minoritarios, filosofías revolucionarias, hipótesis ecológicas, tácticas de poder político, drogas y sexo. Intelectualmente, sabían mucho.