El cristiano de rodillas

Todo lo que soy y tengo es tuyo

Dios quiere que oremos. El diablo no quiere que lo hagamos y, como es de suponer, hace todo lo posible para impedirlo. Sabe que con nuestras oraciones podemos conseguir mucho más que con nuestro trabajo. Y preferiría que estuviéramos haciendo cualquier otra cosa antes que orando. No en vano sigue diciendo el poeta:

Hay ángeles malos que cierran el paso

de aquellos que acuden al trono de Dios.

En formas sutiles, les tiende su lazo.

y una vez caídos, Satán gana el caso,

pues oran en vano, ¡nadie oye su voz!

oración prevalece es porque han alcanzado la plenitud del Espíritu de Dios.

Dios concede la plenitud del Espíritu Santo únicamente a los hombres de oración. Y es por medio de la acción del Espíritu que nos llega la respuesta a la oración. No hay duda que todo creyente tiene el Espíritu de Cristo morando en él, porque «si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él». Pero aquellas personas cuya

Qué consuelo saber que Dios sabe hacer las cosas mejor que nosotros!

Cuando oramos a Dios, es cuando le facultamos a Él para ayudarnos en nuestra obra y corroborar nuestra resolución.

De lo que no hay duda es de que, cuando oramos por otros, de una manera u otra, estamos abriendo el camino para que Dios influencie a aquellos por los que oramos. Dios necesita nuestras oraciones; de lo contrario no nos diría que oráramos.

Habla, Señor, que tu siervo oye»

Habla, Señor, que tu siervo oye».

¿Puedo tener las cosas por las qué oro?

Él es quién sabe mejor

lo que tú necesitas,

deja escoger a Dios.