Pensar

Deberíamos resistirnos al caprichoso mantra de vivir el momento. Solo quienes no pueden pensar hacen eso. Una de las grandes cualidades de los seres humanos es que podemos habitar el tiempo, no solo el presente, porque podemos pensar.

Pensar significa mirar más allá del presente e imaginar futuros posibles, pero también mirar hacia atrás reflexivamente.

El hecho de que Eichmann no pudiera pensar también significó que no entendió el sentido de la individualidad de otros. No pudo comprender que otras personas — judíos, personas discapacitadas o comunistas— son como todo el resto, como alguien o como nadie. Justo como él.

Los buenos argumentos son buenos, independientemente del color, el sexo o la persona que los esgrima.

Con demasiada frecuencia, las personas tienden a estar de acuerdo con un argumento porque les gusta la persona que lo propone o a estar en desacuerdo porque no les gusta la persona que lo propone.

Quizá el diccionario debería especificar que pensar se caracteriza no solo por la conciencia, sino por una suerte de autoconciencia, porque incluso la experiencia inmediata e irreflexiva es, por supuesto, también consciente. Sin embargo, solo porque una experiencia está desprovista de pensamiento no quiere decir necesariamente que esté desprovista de valor; de hecho, muchas de las cosas que valoramos en la vida priorizan la percepción sensorial por encima del pensamiento. La cuestión, en última instancia, es que no es sino hasta que nos volvemos conscientes de algo que podemos pensar acerca de ello.

El individuo refinado entiende la historia y las comunidades de las que forma parte y puede pensar de forma independiente. Ha desarrollado su propia voz, lo que lo hace capaz de formar sus propias opiniones acerca de cuestiones e interrogantes, pero cuando lo hace, siempre tiene en cuenta a otras personas y al mundo que lo rodea. En realidad, esta es la idea básica del humanismo: que hay que aprender a pensar por uno mismo. A pensar bien. A usar la razón. Y a resistir cualquier cosa que amenace la habilidad para hacerlo.

que es más estimulante en nuestra época estimulante es que todavía no pensamos».

Los seres humanos, que sepamos, son las únicas criaturas en el planeta capaces de pensar en el auténtico sentido de la palabra. Todos los tipos de animales calculan intuitivamente el riesgo (una hiena tentada de robar a un león sopesa el riesgo de terminar como parte del menú del felino), pero solo los seres humanos hacen cálculos reales, porque solo ellos tienen acceso al mundo de los números y símbolos matemáticos.

Holocausto — la exterminación sistemática del pueblo judío— y el asesinato masivo de otras personas que pensaban distinto del régimen