—Miren, muchachos: leer…, además de enriquecer las ideas, como siempre hemos dicho aquí…, más que eso, es un ejercicio de vida; si la descubren verán que puede ser una experiencia tan vital como una caricia, o como una despedida… Por los libros podemos conocer…, y compartir, el mundo que está más allá de la punta de nuestros dedos: yo no conozco París, pero he leído a Víctor Hugo, y he leído a Baudelaire y ya París está en mi corazón; cuando algún día la visite, la voy a saludar como a una vieja amiga; y cuando camine por sus calles, sentiré que regreso a las calles donde jugaba siendo niña…: porque en los libros no sólo he visitado otros lugares; también he visitado mis sueños…