Los acordes que quedan entre nosotros

Siempre la misma mierda.

radiante, simpática y extrovertida. Tenía la sonrisa más bonita del mundo y olía siempre al mar.

vivir como si estuvieras conduciendo por una carretera a toda velocidad y no preocuparte por mirar el velocímetro.

no pensaba a menudo en el amor. Pensaba en triunfar.

Me consideraba romántico, pero a mi manera.

Ojalá las personas a veces fuesen como un libro, que sabes si te va a gustar o no leyendo la sinopsis. O una película de romance, porque sabes que es tu género favorito con tus actores preferidos.

No tengas miedo de querer y amar con locura, el amor es retorcido y bonito. No tengas miedo de demostrar al mundo lo capaz que eres de amar a alguien. Pero porfa, no te olvides de la variable más importante: tú.