No encuentro en la mitología clásica a ningún gran dios de la memoria o, al menos, a un dios del olvido, como los que sí hay para el amor, el fuego, la venganza… Ni siquiera encuentro semidioses o ninfas. Los mitos griegos, que por lo demás abundan en deidades mayores y menores, héroes, centauros y todo lo que uno pueda imaginarse, se olvidaron de los dioses de la memoria y del olvido. Cierto, está Mnemosina, más en calidad de madre de las musas, está también Lete, pero ellas siempre permanecen como en sombra, medio olvidadas. Probablemente, cuando aparecieron los mitos, el mundo era demasiado joven para albergar recuerdos, demasiado joven para empezar a olvidar… Además, la mayor parte de la gente moría pronto, antes de que la vejez vaciara su mente.