Aniquilación

las parejas bien avenidas no suele gustarles indagar sobre las parejas que no van bien, es como si sintieran una especie de temor, como si las desavenencias conyugales fueran un estado contagioso, como si las paralizase la idea de que hoy en día toda pareja casada es casi necesariamente un matrimonio tramitando el divorcio. A ese repliegue instintivo, animal, una tentativa emocional de conjurar el destino común de separarse, se le añade la aplastante sensación de su mutua incompetencia; es un poco como los no cancerosos, a los que siempre les cuesta hablar con un enfermo de cáncer, encontrar las palabras adecuadas.

No volvería a ver a muchas personas en esta tierra y en cada encuentro haría lo posible para no dar la impresión de un adiós, no abandonaría en ningún momento una actitud razonablemente optimista e incluso humorística, haría como todo el mundo, disimularía su agonía.

El mundo le pareció súbitamente limitado y triste, de una tristeza casi infinita.

Se aplica a la muerte propia, a la de un ser próximo, y más en general a todas las formas de duelo, ya sea un divorcio o una amputación. –Adoptó un semblante serio y movió la cabeza con tristeza–.

a vida no era gran cosa

Era posible, evidentemente, es así como la mayoría de las veces acaban las cosas, decimos «Ha tenido una buena vida» y luego se celebran las exequias, de hecho a veces es casi cierto, pero al mismo tiempo es siempre falso, una vida nunca es buena cuando consideras su final, como expresaba Pascal con su habitual brutalidad.

es curioso cómo los reflejos de la sumisión se borran enseguida

Se había dado cuenta, inquieto, de que lo que no soportaba era la transitoriedad en sí misma; la idea de que cualquier cosa, la que fuera, se terminara; lo que no soportaba no era otra cosa que una de las condiciones primordiales de la vida.

su soledad se había vuelto cada vez más profunda

Quizá ni siquiera había creído de verdad en la existencia de Maryse; la había visto pasar como un feliz espejismo, como una posibilidad vital que se le ofrecía indebidamente y que no tardarían en quitarle. A veces la gente recibe de organismos oficiales como el fisco una carta con el mensaje siguiente: «Se ha cometido un error a su favor»; Aurélien debió de pensar que era sin duda algo parecido lo que había ocurrido.