Querétaro

Fue un periodo dominado por la transición de las actividades productivas de la élite regional: de ganaderos-comerciantes pasaron a comerciantes-agricultores-ganaderos.

Fueron años de trabajo, de esfuerzo y de fundación de nuevas instituciones políticas, sociales y económicas; todas ellas cristalizaron en la locura genial y desbordante del barroco civil y religioso del siglo XVIII y en la espiritualidad y el crecimiento que registraron todos los pueblos indios y las villas españolas en ese siglo.

Hubo años, durante el siglo XVIII, en que operaron 23 obrajes

El crecimiento de los obrajes fue espectacular. En el siglo XVI solamente había

en el siglo XVI el panorama del campo queretano estaba dominado por la estancia y la ganadería trashumante, en el XVII se observa una gran austeridad en las construcciones, pero una intensa actividad productiva en todos los ramos que harán famoso a Querétaro. Desde finales del siglo XVII hasta el XVIII, en el campo queretano se multiplican las casas suntuosas de los hacendados, la producción agrícola se moderniza y muchas haciendas cuentan con obrajes.

Ganaderos y comerciantes interrelacionaron sus actividades con la agricultura desde principios del siglo XVII

el mestizaje, que fue minando la unidad étnica de la burocracia indígena y su identidad como grupo social diferente

había casi 200 caciques indígenas importantes, pero con escaso poder político y sin preponderancia social en los pueblos, villas y ciudades españolas

En la última década del siglo XVIII

la población española, como porque, al restablecerse la paz después de la Guerra Chichimeca, las autoridades virreinales ya no requerían sus servicios militares, los cuales habían sido el origen de su poderío político, económico y social.