¿Crees que te rechazo porque considero muy poco romántica tu proposición de matrimonio? No entiendo por qué insistes en eso, cuando ya te he dicho mil veces que no tiene nada que ver. Simplemente quiero vivir mi vida. No quiero casarme contigo y punto. Tu propuesta me abrió los ojos. Me hizo recapacitar y tomar conciencia de que, durante todo el tiempo que estuvimos juntos, nunca me respetaste como ser humano, además de controlarme y limitar mis acciones, hasta mi forma de pensar y mis sentimientos, con la excusa de que me amabas. Me hiciste creer que era una persona incapaz y dependiente.