Sus días de soltero estaban contados… Todo el mundo sabía que uno no podía fiarse de los Camden, y, precisamente por eso, Gia no acababa de entender por qué era incapaz de luchar contra la atracción que sentía hacia Derek Camden. Derek tenía un don especial para enamorarse de las mujeres que no le convenían y lo metían en líos. Estaba trabajando codo con codo con Gia Grant para enmendar los daños que su familia les había causado a los vecinos de esta, pero, por suerte para él, Gia no suponía una amenaza. O al menos eso se decía para convencerse, porque la realidad era que estaba empezando a encariñarse con aquella hermosa mujer…