El pequeño libro de la sabiduría de Rumi

Se dice que, cuando morimos, todas nuestras oraciones, ayunos y actos de caridad son pesados en una balanza. Pero cuando la bondad se mide en el cielo, confunde las balanzas y demuestra ser imposible de cuantificar. De modo que haz de la bondad el rasgo más importante de tu vida. Si encuentras solo un ligero rastro de ella en ti, aliméntalo para que se vuelva abundante

Nuestro propósito vital y nuestras intenciones generales son los elementos más importantes de nuestra vida. Cuando nos enfocamos en nuestras intenciones, las dudas no pueden colarse. Los místicos de todo el mundo pueden tener diferentes aspectos y actuar de maneras distintas unos de otros, ¡pero su propósito es uno y el mismo: buscar la Verdad!

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Las cosas que decimos y hacemos, bien para alabar o para cuestionar a otros, un día volverán para perseguirnos o para inspirarnos esperanza.

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Dondequiera que estés, ¡estás justo donde tienes que estar!

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Se dice que cuando Dios selecciona a una persona para que entre en Su luz y se acercan a ella pidiendo ayuda, Dios les concede sus deseos incluso antes de que los pidan.

Nuestras acciones son preguntas, mientras que nuestras reacciones son las respuestas

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Se puede pensar en los placeres alegres de la vida como en una escalera; al igual que los escalones de la escalera, no son estaciones en las que quedarnos, sino etapas por las que pasamos.

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Con independencia de su rango y riqueza, todo el mundo experimenta frustración, inquietud, dolor, anhelo, añoranza y amor.

«Cuando actuamos y tenemos éxito, ¿se debe este resultado favorable a nuestra iniciativa o a la gracia de lo Divino?».

En verdad se debe a la gracia de Dios. Pero, como Él es tan magnánimo, ¡te permite creer que se debe a tus propios esfuerzos!

Cuando ves a las personas de pie, con la espalda vuelta hacia las tumbas de grandes hombres, esto no se debe a una falta de respeto ni a la ignorancia. De hecho, dan la espalda a los cuerpos terrenales de los sabios por respeto y deciden encontrarse cara a cara solo con sus almas ya liberadas