Monterrey, 1933. Cuatro hombres entran en la madrugada al domicilio ubicado en la calle de Aramberri 1026, con la intención de cometer un robo pero terminan asesinando con lujo de violencia a las mujeres que ahí habitan. Del resultado de este homicidio se generará una de las historias más apasionantes, violentas y tristes que ha conmocionado a la ciudad de Monterrey. Esta novela, narrada con detalle y con una pulcritud que eriza la piel, es un retrato frío de una época y una sociedad. Hugo Valdés novela uno de los sucesos sangrientos más famosos del Norte al tiempo que nos esclarece la visión depredadora del hombre cuando decide matar.
Sin duda, una de las novelas más importantes de la literatura regiomontana es “El crimen de la calle Aramberri”, del narrador Hugo Valdés. Reeditada por Jus, esta obra ha sido un parteaguas dentro de la literatura regiomontana ya que, más allá del morbo por conocer los sucesos de un crimen de la vida real, uno que sacudió a la sociedad regiomontana en 1933, ha sido estudiada por su calidad y su manera de afrontar el género negro.
Hugo Valdés utiliza para reconstruir la escena del crimen, un híbrido entre novela y reportaje, entre no ficción y esta técnica iniciada por Capote y continuada por Miller de “la novela real”. A partir de la mirada inquisidora de Inés (esta edición cuenta con una fotografía del detective que resolvió el caso) conocemos los bajos fondos de la ciudad de Monterrey en aquella época pero también, como lectores, asistimos a una antropología del Monterrey perdido. Aun así, es fácil reconocer sitios como el mercado Juárez, la avenida Madero, el viejo puente de San Luisito y la plaza Zaragoza frente a la catedral. Estos hallazgos hacen que el lector que conoce la ciudad se sienta más identificado con la obra.