El pensamiento es una prerrogativa del ser humano». No sé de quién había sacado ese tópico, en el que yo sólo veía arrogancia. Le dije: «Los animales también hablan, observan, reflexionan, recuerdan, tienen miedo, se pelean, se esconden… No viven sólo por instinto, y puede que tengan un pensamiento más sabio que el de los hombres