Al escucharla, pensé: Soy un hombre de suerte. Tengo una mujer que siempre sueña algo diferente, que todas las noches se acuesta a mi lado y en cuanto se queda dormida algún hermoso sueño la transporta muy lejos. Unas veces sueña con caballos, con tormentas y gente, y otras hasta cambia de sexo en el sueño.