Lo llamativo es, en todo caso, la reacción airada de instituciones y autores académicos ante la simple posibilidad de que el «Padre de la Patria» tuviera ancestros indígenas, [15] lo que muestra que el rancio racismo heredado del sistema colonial español no está tan difunto como le hubiese gustado al Libertador. Con o sin «sangre india», don José dio a lo largo de su vida sobradas muestras de que, al igual que otros «españoles americanos», como Manuel Belgrano, Juan José Castelli o Mariano Moreno, consideraba hermanos a «nuestros paisanos los indios».