Por eso estás náufrago de miedos, no sólo no tienes el territorio habitual debajo de los pies, has perdido la identidad, te has quedado sin alma. Lo que te pasa ahora es la prolongación normal de esos otros desasosiegos, te van a matar porque te puedes morir; te van a matar porque la muerte es posible para un tipo que perdió el alma. Van a sacar filo a tus huesos porque el país-ciudad se te escapa, porque dejas de entenderlo, porque la realidad ya no te acompaña en su locura, porque las reglas ocultas se te van de las manos, porque ya no hay amores malditos, porque se te debilitan las pasiones.