La palabra, en el Nuevo Testamento, para obediencia es hupakoe; está compuesta por dos vocablos griegos: hupo, «debajo» y akouo, «escuchar». De manera que obedecer es «escuchar debajo». La obediencia implica escuchar atentamente con un corazón sumiso y, luego, acatar Su palabra.
Javier Mateusfez uma citaçãohá 4 anos
No crea las mentiras del adversario. Le dirá que usted no puede escuchar la voz de Dios. Nada puede estar más alejado de la verdad. Jesús le dice: «Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen» (Juan 10:27). Usted puede oír la voz de Dios. Deje todo, apártese, escuche y espere en él. Espere. Él desea comulgar con usted.
Javier Mateusfez uma citaçãohá 4 anos
Todos nosotros queremos que Dios atienda nuestras oraciones. Pero él dice: «Como no me escucharon cuando los llamé, tampoco yo los escucharé cuando ellos me llamen, dice el Señor Todopoderoso» (Zacarías 7:13).
Javier Mateusfez uma citaçãohá 4 anos
Las Escrituras dicen: «Si ustedes oyen hoy su voz» (Salmo 95:7). De manera que escuchar la voz de Dios es un tema de su voluntad.
b4750653041fez uma citaçãohá 7 anos
¡Nuestro Padre está en el lugar secreto!
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«Tu Padre que ve lo que se hace en secreto». Jesús está diciendo: «Tu Padre ya está en el lugar secreto. Él se anticipó; Él te está esperando. En el momento en que llegas al lugar secreto, de inmediato, estás en la presencia del Padre».
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Hay una manera garantizada para entrar a la presencia de Dios.
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«Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará» (Mateo 6:6).
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«¿Cuál es el secreto?» alguno podrá preguntar. El secreto ¡es el lugar secreto!
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Mi sincera oración es que, con cada acercamiento a Dios, usted gane mayor impulso y santa atracción para buscar la perla más grande de la existencia humana, una relación personal, íntima, apasionada, viva, con el glorioso Creador del universo.