Julián Herbert

  • DDXXfez uma citaçãoano passado
    l Mayor había nacido en Altamira, Tamaulipas. Todos los hombres de su familia hicieron, de generación en generación, cosas tan estúpidas como perder un ojo en una riña o ahogarse en el río Bravo cuando intentaban cruzar de mojados. Por eso él, que nunca había sufrido siquiera una fractura, se veía a sí mismo como al héroe que vence una maldición. Medía 1,91, pesaba 109 kilos y se llamaba Plutarco Almanza, aunque prefería que todos se dirigieran a él por su rango militar.

    Magnífico párrafo para entender cómo se describe a un personaje.

  • DDXXfez uma citaçãoano passado
    mo si debajo de la piel de esa muchacha todavía fuera verano.
  • DDXXfez uma citaçãoano passado
    —¿Nunca has sentido que estás en el lugar correcto pero ya es hora de que te vayas?
  • DDXXfez uma citaçãoano passado
    Lo que yo quiero que me digas es cómo le haces para seguir feliz cuando ya te diste cuenta de que estabas feliz.
  • Juan Carlos Francofez uma citaçãohá 10 meses
    Era como vivir perpetuamente en medio de una orgía de fantasmas
  • martefez uma citaçãohá 2 anos
    El tercer ojo, El retorno de los brujos, La piel de Curzio Malaparte, el Elogio de la locura, A sangre fría, La isla de las tres sirenas…
  • martefez uma citaçãohá 2 anos
    A calzón amarrado, novelitas soft porno firmadas por Toni Friedman, revistas Cosmopolitan, La casa que arde de noche… Pay desapareció cuando Marisela, ligeramente refinada, consiguió seducir a un guapísimo narcotraficante: verbo mata carita pero gángster armado mata todo lo que se mueva.
  • martefez uma citaçãohá 2 anos
    Bebía, dice (me lo cuenta casi todo con una honestidad que pocos hijos recibirán de sus padres; sabe que está cerca de morir y que yo soy su único apóstol, el solitario evangelista de su existencia), como fuera: invitada, de su bolsa, fichando, besándose con hombres o lesbianas, azotando un danzón, al volante de un Volkswagen cacarizo, ligando con extraños sin recordar muy bien si había tomado o no la pastilla…
  • martefez uma citaçãohá 2 anos
    ¿Por qué la vida de la gente que escuchaba boleros suena siempre tan cursi? ¿Será que, si los conocimos, padecemos la predisposición psicológica de espiarlos solamente cuando lloran, cuando están de un humor que, en nuestro fuero interno, vuelve asequibles sus presencias: carne de lamento borincano para nutrir La Gran (Tele) Novela Latinoamericana, sintonía de la AM, maldición de Pedro Infante…? ¿Será simplemente que el bolero tiene mejor textura narrativa que la música cómica, que la música dura, y por eso —por ejemplo— la lacrimosa ópera trágica, el corrido, los brochecitos del vestido de Yocasta son un caldo más fácil de tragar que, digamos, Les Luthiers o Lautréamont…? ¿O será una coartada: a los latinoamericanos nos gusta el melodrama porque somos eurocéntricamente adolescentes, y es sabido que la gente que llora trae aún, como luego se dice, toda la leche dentro: está en la plenitud vital…?

    Este último ha de ser mi caso. Prefiero imaginar a mamá frente a las falsas luces de La Habana, borracha y mocosa, cantando, que verla así como la tengo hoy ante mí: calva, callada, amarilla, respirando con más dificultad que un polluelo sorteado en la kermés de una misa. Hace más de una semana que, bioquímicamente, mi madre está impedida de llorar. La ideología del dolor es la más fraudulenta de todas. Más honesto sería decir que, desde que padece leucemia, el pensamiento político de mi madre solo puede expresarse a través de un microscopio.
  • martefez uma citaçãohá 2 anos
    Ni te aflijas: el paraíso del Período Especial ya no existe. Ahora salen más caras que una corista de Las Vegas. Los pendejos europeos, que siempre arruinan todo lo que tocan, las pusieron de moda.
fb2epub
Arraste e solte seus arquivos (não mais do que 5 por vez)