Lizeth D

  • Cosette Vázquezfez uma citaçãoano passado
    Los cuentos de hadas están llenos de chicas que esperan, que soportan, que sufren.
  • Cosette Vázquezfez uma citaçãoano passado
    Los cuentos de hadas están llenos de chicas que esperan, que soportan, que sufren. Chicas buenas. Chicas obedientes. Chicas que aplastan ortigas hasta que sus manos sangran. Chicas que transportan agua para las brujas. Chicas que vagan por desiertos o duermen sobre ceniza o hacen casas para sus hermanos transformados en el bosque. Chicas sin manos, sin ojos, sin poder de hablar, sin ningún poder en absoluto.
  • Cosette Vázquezfez uma citaçãoano passado
    Debes ser particularmente amable con la gente. Otros chicos pueden actuar como monstruos, pero tú no
  • brisafez uma citaçãohá 2 anos
    Sé audaz, sé audaz, pero no muy audaz.

    Sé buena, pero no demasiado buena. Sé bonita, pero no demasiado bonita. Sé honesta, pero no demasiado honesta. Tal vez nadie tenía suerte. Tal vez era demasiado difícil.
  • brisafez uma citaçãohá 2 anos
    Estaba vestido con un jubón de terciopelo, con botones tallados. Rizos negros enmarcaban sus afilados pómulos y una boca que era una línea cruel. Es guapo
  • Brittany Funesfez uma citaçãoano passado
    Aria aferró su vestido y crucé mis brazos detrás de mi espalda y entonces, me incliné hacia adelante, acercando mi rostro a su pierna. Se suponía que debía agarrar la liga con los dientes, pero antes de hacerlo, no pude evitar besar la piel justo debajo de ella. Aria contuvo el aliento y ahogué un gemido cuando su dulce aroma se deslizó por mi nariz. Mis ojos se alzaron de golpe, pero desafortunadamente la tela arrugada me impedía ver sus bragas.

    Finalmente cerré los dientes alrededor de la liga y la arrastré por la pierna de Aria hasta que cayó al suelo.

    Aria levantó el pie, y yo agarré la prenda y me puse de pie con ella agarrada en mi mano para que todos la vieran. Nuestros invitados aplaudieron salvajemente.

    —Solteros —grité—. Reúnanse alrededor. ¡Quizás seas el afortunado en casarte a continuación!

    Llevó un par de minutos para que todos se reunieran, o para que las madres arrastraran a sus hijos adolescentes protestando al frente.

    Aria dejó escapar una risa tintineante. Aturdido por el primer sonido despreocupado que escuchaba de ella, le eché un vistazo. Estaba sonriendo radiante a su hermano menor Fabiano, que estaba de pie con los brazos cruzados entre los hombres. ¿Alguna vez se vería tan feliz cuando viviera conmigo en Nueva York?
  • Brittany Funesfez uma citaçãoano passado
    Algo húmedo cayó en mi mano. No tenía que verlo para saber que era una lágrima, una puta lágrima.

    Estaba llorando. La agarré por los hombros y la giré antes de colocar mi dedo debajo de su barbilla e inclinar su rostro hacia arriba. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Sabía que algunas mujeres podían llorar cuando quisieran, pero la mirada en los ojos de Aria me dijo todo lo que necesitaba saber. Estaba aterrorizada y desesperada. Era bueno juzgando el carácter humano; tenía que serlo para mantener a mis hombres bajo control. Aria no lucharía conmigo si la empujaba hacia la cama, le arrancaba la ropa y la tomaba. Ella se recostaría y dejaría que suceda. Lloraría, pero no me rechazaría, ya no. Era mía para poseer. Se esperaba de mí que la poseyera, que la hiciera mía. Las lágrimas nunca habían debilitado mi resolución. Pero antes de este momento, esas lágrimas nunca habían pertenecido a mi esposa, a la mujer con la que se suponía que debía pasar el resto de mi vida.

    Maldita sea, no podía creer que la visión de mi esposa aterrorizada me afectase. Me aparté, maldiciendo y tan cabreado que apenas podía ver con claridad. Golpeé la pared, contento por el dolor cegador que me desgarró los nudillos y me castigó. Iba a ser Capo en unos años. Había matado, chantajeado, torturado, pero no podía tomar la virginidad de mi esposa contra su voluntad. ¿En qué me convertía eso? Padre me llamaría un marica. Tal vez él decidiría que no era digno de ser su heredero si ni siquiera podía follar con mi esposa.

    Pero sabía que no me estaba ablandando, no en general. Podría salir ahora mismo y matar a todos los miembros de la puta Organización de Chicago sin ningún tipo de remordimiento. Demonios, podría bajar ahora mismo y cortarle la garganta a mi padre, y mierda, lo disfrutaría jodidamente.

    Por supuesto, todavía teníamos que asegurarnos que todos creyeran que me había follado a Aria. Solo había una forma de hacerlo. Me volví hacia mi mujer temblorosa y saqué mi cuchillo. No solo me estaba negando el placer de estar dentro de su apretado coño esta noche, sino que también iba a sangrar por ella.

    El pensamiento no me sentó bien, y no porque me importara un mísero corte. Había sufrido heridas mucho peores, pero no pude evitar sentir que mi acción le daría a Aria demasiado poder sobre mí.

    Pero sabía que ya había tomado una decisión.
  • Brittany Funesfez uma citaçãoano passado
    Matteo se apoyaba en el capó de mi auto, por como parece, tomando un maldito baño de sol.
  • Brittany Funesfez uma citaçãoano passado
    Aria se acurrucó contra mí y puso su mejilla contra mi pecho. Apagué la luz y envolví mi brazo alrededor de ella. ¿Cómo podía sentirse tan bien? ¿Como si nunca hubiera sido diferente?
  • Brittany Funesfez uma citaçãoano passado
    —Mía —murmuré contra su pecho antes de abrir su sujetador y quitarlo—. Amo tus putos pezones. Son tan rosados, pequeños y perfectos.
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