Martha Riva Palacio Obón

Nuestros padres a veces nos hieren sin darse cuenta.

¿cómo pueden entenderse una sirena y un pez volador si una es del mar y el otro es del aire?

En ocasiones me cuesta trabajo distinguir si la gente grita porque está enojada o porque tiene miedo.

La belleza está en los fragmentos, en esos pedazos que logramos rescatar cada vez que nos rompemos.

¿Por qué últimamente todos necesitan que les recuerde que tengo derecho a hacer lo que se me dé la gana con mi tiempo?

—¿Lo encontraste?

—No del todo.

¿No del todo? ¿Puede encontrarse un muerto a medias?

Matías fue el que me contó que se puede escuchar a Júpiter en la frecuencia AM.

no pude sacar ni a Júpiter ni a Matías de mi cabeza. Los dos siguen orbitando ahí, atrayéndome hacia ellos con su gigantesca fuerza de gravedad.

es el fin del mundo lo que me asusta, sino el hecho de no saber cómo se va a acabar.

Después de intentarlo por años, de improvisar antenas cada vez más largas y de reciclar radios abandonados que encontrábamos, habíamos logrado sintonizar a Júpiter.