Louisa May Alcott

. Nuestras cargas están aquí, nuestro camino está delante de nosotras y el deseo de bondad y felicidad es el guía que nos dirige a través de muchas penas y equivocaciones hasta la paz,

Nuestras cargas están aquí, nuestro camino está delante de nosotras y el deseo de bondad y felicidad es el guía que nos dirige a través de muchas penas y equivocaciones hasta la paz,

Es tan triste ser pobre

Al decir esto sacudió pesarosa su cabecita, pensando quizá en todas las cosas bonitas que deseaba.

Dejemos aparte lo que sucedió después; los corazones se desbordaron, olvidando toda la amargura pasada y gozando sólo la dulzura del presente.

—¡No lo soy! ¡Y si el ponerme moño me hace señorita, me arreglaré el pelo en dos trenzas hasta que tenga veinte años! —

Ven aquí, Amy, y repite la escena donde te desmayas, porque te pones tiesa como una estaca al hacerlo.

Amy procuró imitarla, pero extendió las manos con demasiada rigidez, caminó mecánicamente y su exclamación sugirió que la pinchaban con alfileres en lugar de demostrar terror y angustia. Jo suspiró con desesperación, y Meg se rió a carcajadas, mientras Beth dejaba quemar el pan por mirar lo que pasaba.

pero para los hijos las madres son siempre hermosas

Amy chirriaba como un grillo.