La estética actual de las "selfies" es todo menos eso, y esto muestra cómo se convierte en un fenómeno cultural dominante cuando alguna vez se consideró una obra de arte única en su tipo. Para el caso de Melinda, esta autenticidad es un estudio retrospectivo de uno mismo en todos los estados mentales, en todas las partes de la vida privada, en transición de un momento a otro, en lugar de una súplica de atención del ojo público.