Hay que subrayar que el principio empiricista de que la experiencia sea el árbitro de la verdad no debe confundirse con la falacia de que ver es creer. Yo confío en todo tipo de cosas que sé sobre el mundo sobre la base de experimentos científicos que no he presenciado, y confío en ellas mucho más incluso que en algunas cosas que parece que han acontecido claramente ante mis ojos. He visto como serraban a un ser humano en dos mitades. No tengo ni idea de cómo se hizo, pero sé que fue un truco, una ilusión. Tampoco el hecho de que más personas hayan presenciado lo mismo hace que la fundamentación empírica sea más sólida.