Rosa Barocio

objetivo es guiar con interés y con respeto, pero sin libertinaje; con firmeza, pero sin imposición

Como decía una madre:

¡Ay! Si yo fuera solo la mitad de maravillosa que aún me cree mi nena de cinco años, y solo la mitad de estúpida que me considera mi adolescente…

Pues creo que n

solamente yo, soy responsable de mi bienestar.

Periódicamente hay que hacer un alto y recordarnos cómo y por qué decidimos ser maestros; si no, abandonamos la profesión o terminamos, como muchos, enseñando por inercia las mismas clases tediosas y aburridas que a los alumnos no les queda otra que soportar.

invito a que te detengas y recuerdes: ¿cuándo decidiste ser maestro? ¿Qué edad tenías? ¿Dónde te encontrabas?

Te invito a que te detengas y recuerdes: ¿cuándo decidiste ser maestro? ¿Qué edad tenías? ¿Dónde te encontrabas?

si ya estás enseñando puedas hacer un alto y preguntarte: ¿cómo puedo ser, no un maestro ordinario, sino uno extraordinario?

tenemos que reavivar el fuego de la pasión que nos llevó a decidir ser maestros, redescubrir la incesante fuente de oportunidades que nos ofrece el contacto diario con los alumnos y entrar nuevamente en contacto con nuestra vocación, la vocación de servir para formar a la juventud.

Aspectos positivos de la educación autoritaria