Las mujeres llevamos dentro las historias de dolor y miedo heredadas de aquellas que nos han precedido.
Llevamos las historias de las mujeres a las que se persiguió, se quemó, se ahogó y se silenció para acabar con su poder, y las llevamos en nuestro propio ADN. Por eso, para despertar y reivindicar a la bruja que llevamos en nuestro interior, hace falta tener unos ovarios muy grandes.