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Raquel Vicedo Artero

  • Dianela Villicaña Denafez uma citaçãohá 2 anos
    El Pobre Desmond, el idiota del pueblo, vivía en una choza desvencijada en el centro de la Isla. Era su cliente preferido
  • Dianela Villicaña Denafez uma citaçãohá 2 anos
    Pobre Desmond andaba encorvado, tenía los dientes torcidos, los ojos grandes y amables, como los de un lémur, y ya tenía treinta y cinco años
  • Dianela Villicaña Denafez uma citaçãohá 2 anos
    Desmond no mostraba ninguno de los defectos comunes en los niños. Nunca tenía pataletas ni se ponía de morros, era confiado y generoso, y siempre compartía su exigua ración de chucherías con los niños
  • Dianela Villicaña Denafez uma citaçãohá 2 anos
    Soy malo, Christie, malo. Todos lo dicen.
    —Pues claro que no —bostezó Christie—. Siempre intentas que las cosas parezcan peor de lo que son. ¿Quién era Rodney y por qué lo mató tu tío
  • Dianela Villicaña Denafez uma citaçãohá 2 anos
    No lo entiendes! ¡Solo me azota si me porto bien! Si soy malo me hace regalos. Está loco y nadie lo sabe excepto yo. Es la verdad, Christie, solo me pega si soy bueno
  • Dianela Villicaña Denafez uma citaçãohá 2 anos
    —¿Y cuál es? ¿Qué vamos a hacer, Christie? ¡Haré lo que sea!
    —Tendremos que asesinarlo a él primero —dijo Christie.
    Barnaby la miró con asombro y admiración mientras esta, sentada en el borde del camastro, balanceaba tranquilamente las piernas en el aire.
    —Ni siquiera se me había ocurrido —dijo—. Ni siquiera se me había pasado por la cabeza hacer algo así. Tú sí que eres una amiga, Christie. No lo olvidaré. Cuando consiga el dinero, te daré un millón de dólares.
    —Vale. Venga, ahora vámonos a casa. Tengo sed. Mañana empezaremos a pensar en cómo lo vamos a hacer
  • Dianela Villicaña Denafez uma citaçãohá 2 anos
    Barnaby —dijo dolido—, ¿no quieres estar conmigo?
    —Sí —dijo Barnaby sin mucha convicción—, solo que pensé que a lo mejor no te importaba si me seguía quedando con ellos
  • Dianela Villicaña Denafez uma citaçãohá 2 anos
    Bueno, ya veremos. Ya sabes que lo que quiero es que seas feliz. Mañana me pasaré y hablaré con ellos. Iba a intentar cancelar el alquiler de la casita, ya que tengo que atender un montón de negocios inesperados en la ciudad, y solo podré venir de vez en cuando
  • Dianela Villicaña Denafez uma citaçãohá 2 anos
    Barnaby levantó la mirada hacia el rostro de su tío, pero se detuvo a la altura de la boca, que parecía una cuchilla. No se atrevía a mirar los ojos que había tras las gafas oscuras.
    Tío tenía ojos de demente.
    Tío, por supuesto, lo sabía, y por eso siempre llevaba gafas oscuras
  • Dianela Villicaña Denafez uma citaçãohá 2 anos
    No, Tío no era uno de esos oficiales habituales del ejército, larguiruchos y con bigote tipo cepillo de dientes, que Albert detestaba. Tío tenía el aspecto de un cliente exigente, un caballero, por supuesto, pero tan resistente y fuerte como un lobo, una mezcla de hacendado y excomando.
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