Helen Keller

es verdad que no hay rey que no haya tenido algún esclavo entre sus ascendientes; ni esclavo que no descienda de un rey

Cuando alguna vez hemos gozado de la luz del día, el día es nuestro, y lo que el día nos ha mostrado

Si no hubiera ninguna vida después de esta vida terrena, algunas personas que he conocido se ganarían la inmortalidad por la nobleza del recuerdo que guardamos de ellas.

Muchas personas tienen una idea equivocada de lo que constituye la verdadera felicidad. No se obtiene a través de la autogratificación, sino mediante la fidelidad a un propósito que valga la pena.

Qué alegría mayor que superar obstáculos que parecían insuperables y situar aún más lejos la frontera de nuestros logros? Si los que buscan la felicidad se parasen un solo minuto a pensar, verían que los placeres que experimentan realmente son tan incontables como las briznas de hierba bajo sus pies o las gotas de rocío que brillan por la mañana sobre las flores.

Me ha pasado por la cabeza que la religión quizá podría ser la desesperación del hombre al no encontrar a Dios, mientras que la fe es la esperanza en que Dios esté buscando al hombre.

pesimismo o la resignación pasiva debilitan el espíritu y conducen a la ruina de la sociedad, mientras que la resignación decidida es una fuerza. La primera es un reproche; la otra es una posesión, porque se trata de una fe, que es un poder en movimiento.

poesía es su lengua traducida, su oración

No me preocupan las pruebas. ¿Realmente se puede probar algo: la bondad, la belleza o la alegría? No se puede definir la felicidad como tampoco se puede definir la salud, pero las reconoces cuando las sientes. Lo que quiero es vivir. Si no dejase que la fe respirase en mí, estaría muerta.

Creo en la inmortalidad tan instintivamente como que el fruto se encuentra en la semilla y casi con las mismas ganas de crecer, pero eso no es fe, excepto que brilla entre el conjunto de verdades osadas.