comienzan las obras; aquí un hombre no puede disfrutar del ocio; aquí debe cuidarse de disciplinar su cuerpo ayunando, vigilando, trabajando, y en otra disciplina razonable sometiéndola al Espíritu de forma que obedezca y se conforme al hombre interior y la fe, y no se rebele contra esta y obstaculice al hombre interior, ya que es lo que la naturaleza del cuerpo hace si no está bajo contro