Tiene un excelente conocimiento de la historia de la literatura y de las artes y su estilo, rico y refinado, refleja no sólo su aguda capacidad de observación sino también la cultura milenaria que tan cabalmente se encarnó en ella.
No trata sin embargo de resultar “popular” para el lector de clase obrera. Quiere crear para los proletarios una obra de arte plenamente válida.