Sin embargo, curiosamente, esos alegatos en contra de la empatía no suelen ver problema alguno en cierta falta de rigor conceptual y moldean a su antojo el significado del término, desvinculando la empatía por completo del asunto de la comprensión interpersonal y el conocimiento de la conciencia del otro, y etiquetando como reacción empática casi cualquier forma de respuesta emocional.