En las redes mutualistas (con interacciones mutuamente beneficiosas entre los individuos del ecosistema), el patrón más relevante equivale a una arquitectura anidada donde los nodos especialistas (por ejemplo, plantas con pocos polinizadores) interactúan con subconjuntos adecuados de nodos generalistas (plantas con muchos polinizadores). Se ha demostrado que esta arquitectura anidada minimiza la competencia entre especies y, como consecuencia, permite a la red soportar una mayor biodiversidad.