Criatura editora

el único libro que ahora mismo es capaz de escribir con verdad o con sentimiento, o con ambas.

Pero lo que más recuerdo, lo que más presente tengo cuando revivo los momentos en el escenario es lo mucho que quería que se me parara el pito, el deseo de que, de alguna forma, la lujuria me invadiera, venciendo a la droga y al alcohol.

pensaba en cómo tantos hombres pagaban con gusto el carísimo precio que se les cobraba por ver a otro hombre humillado frente a ellos

Quisiera decir. Quisiera decir. Quisiera decir tu nombre. Quisiera contarte. Que tengo abierta una herida. Canto junto a José Luis Perales pensando en José Enrique. Quizás un día José Enrique me bese. No me gustan los dientes que tiene. Ese sería un problema. Se le enciman los colmillos. Los tiene trepados a la encía, amarillos. Cuando miro a José Enrique mis ojos se pierden en los dientes y no puedo evitarlo.

Me gusta meterme al agua de mar por primera vez después de tiempo.

sola en una casa de tres pisos? ¿Qué le voy a decir a Juan

quiero acabar como ella, rompible, quejosa. Sus vértebras son como los anillos de un árbol. Arrastran pasado, fracasos, edad.

No quiero acabar como ella, rompible, quejosa. Sus vértebras son como los anillos de un árbol. Arrastran pasado, fracasos, edad.

La música de sus palabras, la soltura de su acento: un acento rápido, en cursiva, como llevado por el viento o por la premura

incluso a las peores condiciones, o a vivir dentro de los más indescifrables enigmas, uno se acostumbra