Nuestra casa no era muy grande
Iván Eliab
La casa donde crecí no tenía muchos libros, tenía algunos, la mayoría eran de texto. Mis hermanos mayores los habían usado años antes. Al hojearlos podían verse ejercicios inconclusos y juegos de gato. Además, teníamos otros libros, bastante más viejos, forrados con plástico cristal para evitar que sus hojas se desprendieran.