Dado que sientes un dolor intenso durante un periodo prolongado, tu cerebro puede asumir que se trata del estado en el que deberás sobrevivir de ahora en adelante, por lo cual quizá se quite de encima las sinapsis vinculadas a aquello que te procura alegría y placer, reforzando las sinapsis vinculadas al miedo y la desesperación. Este es uno de los motivos que explican que con frecuencia uno se sienta atascado en un estado de depresión o ansiedad, aunque se dijera que las causas que originaron el dolor ya han desaparecido.