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Alice Munro

  • Selene Mendoza Montoyafez uma citaçãoano passado
    Los hombres querían que una hiciera aspavientos por deshacerse de bebés vegetales, por tomar drogas o por conducir un coche como un loco, y ¿por qué? ¿Para poder pavonearse con su maldad cruel y fanfarrona frente a la bondad apocada y almibarada de una? ¿Para poder finalmente ceder ante ti gruñendo y no tener que ser tan malo ni tan desconsiderado nunca más? Fuera lo que fuese, una se hartaba de ello.
  • Melany Gómezfez uma citaçãohá 2 anos
    Las mujeres se ponían nombres como Lucero del Alba, Lirio del Valle, Pulgar Verde, Pequeña Annie Rooney o Reina de la Bayeta. Algunos nombres eran tan populares que había que asignarles números: Rizos de Oro 1, Rizos de Oro 2, Rizos de Oro 3.
    Querida Lucero del Alba, escribían Alfrida o Caballo
  • Ana Saenzfez uma citaçãohá 3 meses
    El hecho de que casi todo el mundo prefiriera mirar a través de una cámara, en lugar de ver el paisaje de verdad, y cosas por el estilo.
  • Ana Saenzfez uma citaçãohá 3 meses
    Que estuviera dispuesto a hacerlo hizo que sintiera una mezcla de rabia y admiración. Venía de muy atrás, de toda nuestra vida juntos.
  • Ana Saenzfez uma citaçãohá 3 meses
    A la gente se le ocurren ideas que preferirían no tener. Es algo que pasa en la vida.
  • Ana Saenzfez uma citaçãohá 3 meses
    Yo sentía lo mismo. Solemos decir que hay cosas que no se pueden perdonar, o que nunca podremos perdonarnos. Y sin embargo lo hacemos, lo hacemos a todas horas.
  • Bonzo Poefez uma citaçãoano passado
    parecen tan indiferentes como si conocieran los orígenes del desencanto y los mantuvieran, con cierta satisfacción, ocultos.
  • Bonzo Poefez uma citaçãoano passado
    Pero aquí viene la revelación que no me resulta fácil: soy escritora. Eso no me suena bien. Demasiado pretencioso; impostado, o poco convincente, por lo menos. Prueba otra vez. Escribo. ¿Así está mejor? Intento escribir. Eso lo empeora. Falsa modestia. Entonces ¿qué?
  • Bonzo Poefez uma citaçãoano passado
    Entonces se sentó también en la cama, mientras seguía doblando las cosas y guardándolas en la caja, esforzándose por hablar con su voz de siempre; y enseguida lo consiguió, porque tras haber vivido tanto, ¿quién no es ya especialista en ahogar las penas y controlarse?
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