Vinimos a descubrir horizontes, a surcar mares, a inspirar al prójimo, a deslumbrarnos con lo nuevo, a amar con locura, a bailar con todo el cuerpo, a tener sexo, a reproducirnos, a criar cachorros humanos..., esas cosas que ya nos son ajenas y que solo podemos revivir a través de esas películas, o al tratar de recordarlas en nuestras tertulias.