Cristina Ducrós

dolor le provocó náuseas y le hizo ver las estrellas mientras luchaba por no perder la consciencia.

Agradecía la oscuridad, aunque fuera solo porque le hacía pasar desapercibido.

Parecía un heraldo del infierno en lugar de un miembro del ejército de Dios.

Qué ironía. Qué terrible ironía. Él también lo había arriesgado todo y puede que hubiera perdido la única cosa por la que cambiaría su inmortalidad.

Una vez mi padre me dijo que estábamos en la Tierra para aprender, que Dios quería que recibiéramos todo lo que tuviera que enseñarnos la vida y que después tomáramos lo que habíamos aprendido para convertirlo en nuestra ofrenda para Dios y la humanidad. Sin embargo, tenemos que vivir para aprender, y a veces tenemos que luchar para vivir.

Es difícil querer o echar de menos a alguien que ni siquiera has conocido.

porque querer a alguien y luego perderlo sería mucho peor que no haberlo tenido nunc

A veces se reía y eso hacía que lo siguiera intentando con más ganas, pero nunca le hablaba

no puedes mirar lo que no existe.

Quiero que me enseñes ese libro en el que escribes y que me lo leas