una mujer y un hombre, algo entrados en años, que se amaron un día con locura?
Yo no sé. Todo pasa, se nos dice. Pero yo no recuerdo, sólo vivo
menos intensamente las escenas en que yo era el amante desdichado o el joven nadador que salvaba a un anciano
que nadie había visto en el balneario ni en las playas vecinas
vagamente parecido a mí mismo.