Marta Lucía Giraldo

Caroline Williams (2008) plantea que los archivos personales son “aquellos creados por un individuo [...], generados como parte de los procesos de vida, trabajo y ocio, tanto individual como comunitariamente”

Los archivos personales representan una urdimbre de vínculos de los documentos entre sí y, sobre todo, de los documentos con las actividades desarrolladas por las personas que los han creado.

cada vez que un creador, un archivista o un usuario interactúa, interroga o interpreta los documentos, estos se configuran de manera activa, de modo que “cada activación deja su rastro, contribuyendo a develar los infinitos significados del archivo” (2001, p. 137). El significado de los documentos, por lo tanto, no solo radica en su contenido, sino también en los usos que se les da y en las intenciones de quienes los usan.

Para Halbwachs, el sustento de la memoria son los individuos y los grupos, ubicados en espacios y tiempos concretos, que la conservan y la expresan en el recuerdo. Los puntos de referencia estructuran nuestra memoria como individuos y la insertan en la memoria de la colectividad a la que pertenecemos, es decir, memoria individual y memoria colectiva mantienen una relación dialéctica

En este sentido, la memoria se forja en un tiempo y en un espacio determinado y se expresa a través del lenguaje, elemento determinante en la configuración de la realidad. Así, los marcos sociales son los que posibilitan el recuerdo del pasado siempre en relación con las necesidades y preocupaciones del presente en el que tiene lugar la rememoración

Para el propósito de esta investigación, el aporte más significativo de Halbwachs es su hipótesis según la cual la memoria es siempre socialmente elaborada, delimitada e interpretada en diferentes grupos (la familia, la escuela, la comunidad, etc.), lo que supone la coexistencia de una diversidad de memorias colectivas en una sociedad.

La invitación es, entonces, a realizar análisis situados y concretos que estén orientados por la formulación de nuevas preguntas sobre realidades específicas y que problematicen conceptual y políticamente los estudios de la memoria en relación con las violaciones a los derechos humanos.

En el caso de los dos archivos personales recurrí a las historias de vida como herramienta para explorar e ilustrar la identidad de sus creadores e hice hincapié en el significado que cada uno le ha asignado a la práctica de archivar. En la construcción de los relatos utilicé varias fuentes, entre ellas: entrevistas, documentos de archivo, noticias de prensa, artículos, cuya información fue cotejada y puesta al servicio del relato. Una primera versión de la historia de vida fue compartida con los creadores, con el propósito de que la comentaran, corrigieran y ampliaran.

Los archivos y los documentos que los conforman no encarnan la memoria en sí mismos, son “piedras de toque” que permiten activar, conservar y articular los recuerdos. En consecuencia, la labor del archivista estaría enfocada en posibilitar esa activación de recuerdos, individuales y colectivos, y en procurar la salvaguarda de las distintas identidades

En una sociedad democrática, la discusión sobre la memoria y el archivo deberá estar ligada a la búsqueda de consensos y espacios de discusión sobre los criterios del olvido y el recuerdo, de lo que se debe guardar y lo que se permite desaparecer; y a una revisión permanente de estos criterios.