Emma Cline

Sólo las chicas pueden prestarse unas a otras verdadera atención, la clase de

atención que equiparamos con ser amadas. Se fijan en lo que queremos que se fijen.

los abogados devoran a sus crías.

Arco iris de la gravedad. Bueno. Y qué. Había estado cerca, y la esencia era la misma, ¿no? Una rasgadura en el mundo conocido. Esa era la puta clave.

Venga ya, ¿cuántas personas hay en esta llamada, cinco? ¿No sois todos de la Ivy League?

todo el mundo la instaba a no desperdiciar su guapura, a sacarle buen provecho. Como si la guapura fuese un recurso natural,

todos querían disfrutar de su té más de lo que disfrutara del suyo cualquiera de los demás.