el objetivo es cortejarla, Gavin. No seducirla.
—¿Y cuál es la diferencia?
Mack volvió a resoplar.
—Es un milagro que hayas llegado a casarte.
Gavin lo ignoró.
—La diferencia —dijo Mack— es intentar que sea ella la que te desee, y no demostrarle cuánto la deseas tú