, se debe introducir el tubo de aspiración o trocar unos centímetros más abajo del apéndice xifoides, con el fin de salvar el diafragma, y dirigirse desde ese punto, en primer lugar a la aurícula derecha del corazón, para retirar la sangre venosa del sistema circulatorio, luego a los pulmones, para retirar el líquido de pleura, al estómago, a la vejiga de la orina, al intestino, etc.