Grady Hendrix

intentaba no pensar demasiado en ello porque sabía con cuánta facilidad las ideas podían entrar en su cabeza y crecer hasta convertirse en siniestras sombras.

—He decidido que quiero estar con alguien que me valore

Vas a ver la última película de suspense con un cubo de palomitas, luego vas a cenar, hablas de los giros del argumento con tus amigos… No es más que otra parte de vuestra salida semanal. No obstante, nadie pone a salvo a esas mujeres. Nadie las lleva a casa. Sus cadáveres se quedan tirados en la pantalla mientras los demás siguen con su vida. Piensa en lo que eso significa. Piensa en qué es lo que no estamos haciendo bien.

¿Pero qué dice del ser humano que gran parte del entretenimiento que consumimos tenga que ver con matar mujeres? Piensa en ello.

¿Es divertido matar mujeres?

Ella les sonrió y les soltó: «Lo quiero todo».

Y lo consiguió. Para cuando acabó el pleito se había quedado con los derechos de la franquicia, los de las tres primeras películas y la de todo lo que se hiciera a partir de ahí. Incluso tuvieron que entregarle el guion que ya tenían para la cuarta película. El caso de Adrienne sentó un precedente que establecía que los derechos de la historia le pertenecían a la Final Girl, no a la familia de las víctimas ni al estudio que sacara primero una película. A la Final Girl. Te parezca mejor o peor, lo cambió todo. Nos dio poder

Mientras que las demás slashers* estaban desprestigiadas porque se consideraban misóginas, los medios le pusieron un halo a las Matanzas veraniegas de Adrienne.

que estaba como un queso y que no dejaba de soltar frases pretenciosas.

Porque mi libro está dentro

De verdad, esta nueva generación tiene que aprender que no se puede ir con tanta calma por la vida.

IT’S THE END OF THE WORLD AS WE KNOW IT

(AND I FEEL FINE)1