Carta de Rainer Maria Rilke a un joven poeta (Lee Claudio da Passano)

Ouvir no aplicativo
Este es el episodio 50 y el último de la segunda temporada de epistolar. Llegamos con esta a la carta número 100 desde el inicio de este podcast. Y queremos decirle un enorme gracias a todos. En poco tiempo, se viene la tercera temporada, con nueva artística, música y, por supuesto, nuevas cartas. En nuestras redes te iremos contando las novedades.

Este episodio tiene como protagonista a uno de los autores más exquisitos de la literatura epistolar: Rainer María Rilke. Entre 1903 y 1908, el poeta -que ya era consagrado- tuvo un extenso intercambio epistolar con Franz Kappus, un cadete militar y aspirante a escritor. El libro “Cartas a un joven poeta” es el resultado de esa experiencia.

Son textos de una de las plumas más brillantes en lengua alemana. Pero también grandes reflexiones espirituales y emocionales sobre la condición del artista. En este caso, el joven escritor le manda algunos de sus poemas. Y le solicita un dictamen sobre la calidad de sus textos. Lee el actor Claudio da Passano.

****

París, a 17 de febrero de 1903

Muy distinguido señor:

Hace sólo pocos días que me alcanzó su carta, por cuya grande y afectuosa confianza quiero darle las gracias. No puedo entrar en minuciosas consideraciones sobre la índole de sus versos, porque me es del todo ajena cualquier intención de crítica.

Usted pregunta si sus versos son buenos. Me lo pregunta a mí, como antes lo preguntó a otras personas. Envía sus versos a las revistas literarias, los compara con otros versos, y siente inquietud cuando ciertas redacciones rechazan sus ensayos poéticos. Pues bien —ya que me permite darle consejo— he de rogarle que renuncie a todo eso. Está usted mirando hacia fuera, y precisamente esto es lo que ahora no debería hacer. Nadie le puede aconsejar ni ayudar. Nadie… No hay más que un solo remedio: adéntrese en sí mismo.

Escudriñe hasta descubrir el móvil que le impele a escribir. Averigüe si ese móvil extiende sus raíces en lo más hondo de su alma. Y, procediendo a su propia confesión, inquiera y reconozca si tendría que morirse en cuanto ya no le fuere permitido escribir. Ante todo, esto: pregúntese en la hora más callada de su noche: “¿Debo yo escribir?” (....)

¿Qué más he de decirle? Me parece que ya todo queda recalcado. Al fin y al cabo, yo sólo he querido aconsejarle que se desenvuelva y se forme al impulso de su propio desarrollo. Al cual no podría causarle perturbación más violenta que la que sufriría si usted se empeñase en mirar hacia fuera, esperando que del exterior llegue la respuesta a unas preguntas que sólo su más íntimo sentir, en la más callada de sus horas, acierte quizás a contestar.

Le devuelvo los versos, que usted me confió tan amablemente. Una vez más le doy las gracias por la magnitud y la cordialidad de su confianza. Mediante esta respuesta sincera y concienzuda, he intentado hacerme digno de ella: al menos un poco más digno de cuanto, como extraño, lo soy en realidad.

Con todo afecto y simpatía,

Rainer Maria Rilke
0:10:47
Editora
Epistolar
Série
Epistolar
Ano da publicação
2020
Já leu? O que achou?
👍👎
fb2epub
Arraste e solte seus arquivos (não mais do que 5 por vez)