Al momento de la entrevista la autora argentina estaba en Brasil leyendo al chileno Andrés Montero, comentó su estrecha relación con ese país (ya que pasó su infancia ahí), y la confianza que tiene al confirmar que no sabe cuál es su tierra y que se siente a veces desarraigada; A los 13 años devoraba los libros de Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez y tuvo un paso intenso por la psicología forense que abandonó para dedicarse a la literatura; Define la escritura como una deriva y como un "habitar la pregunta", ahondó sobre qué le da sentido para salir de la cama día a día.