La historia sigue a Sofía en su octavo cumpleaños. Su mayor anhelo es hacer un deseo especial. Después de la cena familiar y el pastel, Sofía desea en secreto conocer a una verdadera estrella del cielo. Más tarde, en su habitación, una pequeña estrella brillante desciende hasta su ventana y habla con ella, revelando que escuchó su sincero deseo. La estrella le explica que ellas escuchan los deseos especiales y le asegura que siempre habrá una estrella cuidándola y escuchando sus sueños. La estrella se despide y regresa al cielo, dejando a Sofía con una profunda sensación de paz y conexión, sabiendo que tiene una amiga especial vigilándola desde el firmamento.