"A través de la suma exacta de relevancias y trivialidades, Hugo
Valdés nos compromete los sentidos con un relato tan intimista que el
narrador seguidamente se convierte en un yo imaginario. Adentrarse en
la memoria del personaje va más allá de compartir una experiencia; es
darnos cuenta de que sus recuerdos son, en gran medida, los nuestros. En
Días de nadie lo cotidiano se funde con lo sobrenatural para volverse
un mismo evento, homogéneo e indivisible. Mas esto no limita la novela:
al contrario, la llena de perspectivas, de ángulos y de la facultad para
ofrecer nuevas revelaciones y diferentes significados en cada lectura y
lector". David Toscana